¿Has oído hablar alguna vez del harpagofito? Igual te resulta más común por el nombre garra del diablo, denominado así por sus frutos. Se trata de una planta herbácea, común de determinadas zonas del sur de África.
¿Para qué sirve?
Pero, ¿por qué os hablamos de esta planta? Pues porque aporta grandes propiedades positivas para nuestro organismo y se puede utilizar como remedio para determinadas dolencias, tal como os mostraremos más adelante.
Componentes del harpagofito
El harpagofito, considerado como un analgésico de la naturaleza, aporta grandes beneficios a nuestra salud, a través de las propiedades otorgadas por su raíz secundaria.
La planta contiene glucósidos amargos, tales como el harpagósido y el procúmbido, muy útiles en distintos tratamientos. Además, otros componentes que podemos encontrar en el harpagofito son los ácidos triterpénicos, los fitoesteroles, los flavonoides, el hidrato de carbono y los principios amargos.
¿Para qué sirve el harpagofito? Beneficios derivados de su uso
Entre las propiedades del harpagofito encontramos, como ya os habíamos adelantado, que se trata de un analgésico natural. Pero la cosa no acaba ahí, también es antiinflamatorio, antiespamódico, diurético, hipoglucemiante, hipolipemiante y cicatrizante, por lo que se puede utilizar para tratar diferentes tipos de dolencias.
¿Para qué sirve el harpagofito exactamente?
Como analgésico y antiinflamatorio, ayuda a disminuir todo tipo de dolores, tanto musculares, como articulares, gracias a que disminuye la inflamación en procesos reumáticos y reduce la tensión muscular, de tendones y bursas.
También es capaz de aliviar determinadas molestias digestivas, tales como indigestiones, digestiones pesadas, sensación de hinchazón y falta de apetito, entre otras.
Como hipolipemiante se cree que es capaz de ayudar a reducir el colesterol LDL de la sangre, conocido comúnmente como colesterol malo.
Al ser una planta diurética funciona en tratamientos contra la retención de líquidos, la disminución del exceso de ácido úrico y urea en sangre, así como es capaz de reducir la presencia de edemas.
Cuando se combina con otro tipo de plantas medicinales, el harpagofito puede llegar a ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre, por lo que es un tratamiento efectivo para aquellas personas que sufren de diabetes. Además, también puede unirse a otros ingredientes en recetas beneficiosas contra la fatiga ocular, los dolores de cabeza o la tensión muscular.
Puede ayudar a reducir los síntomas más molestos de la menstruación y aquellas sensaciones incómodas que preceden a la menopausia.
Gel de harpagofito y árnica
Por lo general, para conseguir todos los beneficios mencionados anteriormente, se utiliza crema de harpagofito sobre la zona afectada. Pero, si combinamos este cultivo medicinal en un gel que además incluya árnica, el resultado es todavía mejor.
El gel de harpagofito y árnica es capaz de aliviar inflamaciones, sobre todo en las articulaciones, ayudando a mejorar su flexibilidad.
Esto se consigue al combinar las ya mencionadas propiedades del harpagofito con las características beneficiosas del árnica, ya que esta segunda planta también es analgésica, antiinflamatoria, antimicrobiana y muy útil para determinados problemas cutáneos, como las irritaciones o los hematomas.
Los usos principales del gel de harpagofito y árnica son: tratamientos contra inflamaciones, como contusiones, esguinces o torceduras; gracias a que mejora la movilidad de las zonas afectadas y acelera la cicatrización.
Para conseguir unos resultados sumamente beneficiosos con este producto, es necesario aplicarlo sobre la zona afectada varias veces al día, sin necesidad de realizar ningún tipo de masaje. Basta con aplicar poca cantidad y extenderlo.
Como ves, son múltiples las propiedades que nos aporta el harpagofito, pero aún es más beneficioso cuando se combina con otros compuestos.
Y tú, ¿has probado algún tratamiento que incluya esta planta medicinal? En Gel Sindolor contamos con múltiples productos que contienen esta fantástica planta.